Este año, las festividad de Xantolo toma vida en la Huasteca, transformando cada rincón en un homenaje a la cuarta etapa de la existencia.
En una mezcla única de lo ancestral y lo contemporáneo, los habitantes y visitantes se reúnen para celebrar la conexión entre vivos y muertos, ocupando plazas públicas como la 21 de mayo, la de la Revolución Americana, Nicandro Castillo y General P. Mariel, además del emblemático atrios de la catedral Cristo Rey, corazón espiritual de la Huasteca.
Desde el inicio de las celebraciones, los tonos verde y amarillo dominan altares y ofrendas, evocando la fertilidad de la tierra huasteca y la eternidad del espíritu.
"Quien muere en la Huasteca vivirá para siempre", es una frase recurrente entre los asistentes. En esta religión, la muerte no es un final, sino un proceso de transformación donde las almas regresan cada año para convivir con los vivos en un encuentro que trasciende generaciones y el tiempo mismo.
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